Una alimentación sana es una piel sana

Tener una buena alimentación para tener una piel aún mejor.



Una buena alimentación es un pilar fundamental si hablamos de salud, comer bien hará que tu cuerpo y tú os sintáis mucho mejor, pero con estos consejos alimenticios de los que hablaremos hoy podrás hacer que tu piel también sienta beneficios.

Como afecta una buena dieta a nuestra piel

Una buena dieta compuesta por una alimentación sana nos aportará nutrientes muy beneficiosos para el cuidado de nuestro estómago y piel, ya que nos ayudan a combatir bacterias y eliminar bacterias perjudiciales. Estas bacterias pueden afectar a nuestra piel de forma negativa, ya sea inflamando u obstruyendo los poros evitando que se oxigene.
Por otro lado, hay ciertos nutrientes como los antioxidantes, vitaminas, proteínas y grasas saludables que motivan la regeneración celular, ayudando a mantener una piel joven por más tiempo.

¿Qué alimentos son indispensables para una piel sana?

Realmente no debemos preocuparnos tanto de qué alimento tomar, pues lo verdaderamente importante es la aportación que nos puede hacer ese alimento. Por ejemplo los alimentos cítricos, como las naranjas, mandarinas o el limón, nos aportan una buena cantidad de vitamina C que ayuda a reducir las arrugas y aumenta el brillo en la piel.

Otros alimentos fantásticos son los que nos aportan vitamina A como las zanahorias, la calabaza o el melocotón, estos ayudan a evitar la sequedad en la piel y a rejuvenecerla.

Los frutos rojos son otra fantástica opción, ya que también nos aportan vitamina C con un extra de antioxidantes que ayudarán a evitar el envejecimiento y el daño celular en la piel.

Alimentos que contienen vitamina E como el aceite de oliva o girasol, espinacas o acelgas, estos nos aportaran una protección extra a los rayos del sol y si lo combinamos con vitamina C sus propiedades se verán aumentadas.

También los frutos secos nos proporcionan vitamina E además de grasas no saturadas y antioxidantes, siendo un alimento perfecto para picotear a la tarde o media mañana.

Y por último carnes y huevos, que nos aportan proteínas puras que nos ayudarán a mantener unos músculos firmes. A la hora de comer carnes, lo mejor es evitar las carnes más grasas como el cerdo o la vaca, aunque de vez en cuando son buenas, las más convenientes para el día a día son el pollo y el pavo por su bajo contenido en grasas.

Alimentos que debemos evitar

Tomar cantidades excesivas de sal y alcohol puede provocarnos retención de líquidos causandonos hinchazón y pesadez. Además de causarnos cierta deshidratación, lo que nos provoca ojeras y ojos hinchados.

Los alimentos con muchos azúcares también pueden ser dañinos, afectan a los vasos sanguíneos y aceleran el envejecimiento. De la misma forma actúa el café, que aumenta el envejecimiento y deshidrata tu piel provocando que se vea seca y agrietada,

Alimentos con carbohidratos como la pasta o el pan con un alto nivel glucémico el cual inflama la piel y que pueden alterar el colágeno y la elastina, que se encargan de mantener la piel firme y elástica.


Es importante también saber que todo en exceso es malo, y que lo mejor es llevar una dieta diaria equilibrada. No pasa nada por darnos un caprichito dulce de vez en cuando, o tomarnos un café para afrontar el largo día tras una mala noche, pero debemos evitar que se convierta en lo habitual.



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