¿Qué significado tiene el pH en la piel?

Una pequeña explicación a tener en cuenta para cuidar el pH

¿Qué es el pH?

El pH es un parámetro utilizado para medir los niveles de acidez y alcalinidad de las sustancias, que puede aplicarse de la misma forma a nuestras pieles.

Para medir la cantidad de cada sustancia se aplica un valor numérico entre 0 y 14. Si el valor es menor a 7 estamos en un rango de acidez y si está por encima de 7 indica alcalinidad y basicidad. El punto intermedio que es 7 es lo que conocemos como pH neutro.

Es importante entender el valor del pH, pues elementos como las enzimas, moléculas y células necesitan un correcto pH para funcionar adecuadamente.

El pH en nuestra piel

El pH de la piel es ligeramente ácido, variando entre 4,5 y 5,9. Debemos tener en cuenta que hay diferencias de pH entre mujeres y hombres, siendo el ph del hombre, ligeramente más ácido (4,8) que el de la mujer (5,0).

Varía también dependiendo de la zona del cuerpo, no tendremos la misma cantidad de pH en una zona poco aireada como las axilas que en las manos.

El pH se forma en la capa hipodermis, encargada de la hidratación y protección de la piel, que se encuentra entre la dermis y la epidermis.

Si el pH de esta no está en su nivel óptimo, volviéndose más alcalino, se producen efectos como la dermatitis o inflamación en la piel. Esto sucede por no utilizar un producto cosmético adecuado a nuestro nivel de pH o de pH Neutro.

El pH de cada piel

Piel normal: las pieles de aspecto terciopelado, libres de arrugas, granos, espinillas o puntos negros están en el punto óptimo de pH, entre un 5,5. Lo que es menos común al no ser afectado por ningún tipo de agente externo.

Piel grasa: el pH de la piel grasa tiende a ser alcalino, siendo de mayor riesgo al estar expuesto a bacterias y agentes externos. Esta piel se caracteriza por tener un aspecto aceitoso porque las glándulas sebáceas producen más aceite.

Piel seca: al contrario que la piel grasa, la piel seca tiene un pH con niveles más bajos, por lo tanto tiende a ser más ácido. Se caracteriza por tener un aspecto agrietado y áspero ya que las glándulas sebáceas en este caso producen poco aceite.

Unos consejos:


Limpieza
Utiliza productos no alcalinos que tengan un pH neutro o un pH de 5,5. Estos son los que más respetan tu pH natural y cuidan la piel sin agredirla.
Hidratación
Cuando tu piel está hidratada mantiene mucho mejor sus nivel de alcalinidad. Como sabrás es recomendable beber al menos dos litros diarios de agua y mantener una dieta sana haciendo hincapié en el consumo de frutas y verduras que aportan abundante agua y antioxidantes.
Ducha
Intenta evitar hacerlo con agua demasiado caliente, enjabónate sólo una vez y utiliza esponjas suaves para no dañar el manto ácido tan básico para logar un buen equilibrio.


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